Áreas de estudio. El Plomito se localiza en el municipio de Pitiquito, Sonora, entre
los 30o
12' y 30º 20' de Latitud Norte y los 112º 18' y 112º 20' de Longitud Oeste.
Cubre una extensión de 10,375 ha dentro de la Provincia Fisiográfica “Llanura
Sonorense”, con un intervalo altitudinal que va de los 300 a 1,030 m. El sitio
incluye partes bajas con lomeríos y una zona abrupta conocida como “Sierra del
Viejo”. El clima es muy seco y las comunidades vegetales más características son
el matorral micrófilo sarcocaule y el matorral desértico micrófilo (García 1988, Hernández 1998). El predio es de propiedad particular y está dedicado al manejo
de fauna cinegética, no existiendo animales domésticos en él.
La región El Ajusco se localiza al sur y suroeste de la ciudad de México, en los
límites del Distrito Federal con los estados de México y Morelos (19º 00' y 19º 19'
de Latitud Norte; 98º 57' y 99º 25' de Longitud Oeste). El área de estudio tiene una
extensión de 83, 335 ha y un intervalo altitudinal entre 3,000 y 3,950 m. Es una
región montañosa de origen volcánico, constituida por cuatro formaciones
geológicas (Schlaepfer 1968). El clima es templado subhúmedo (García 1988) y
las comunidades vegetales más características son los bosques de pinos, oyamel,
mixtos y los pastizales amacollados (Madrigal 1967, Nieto de Pascual 1987,
Velázquez 1993). En la región hay mucha presencia humana, que va desde
pobladores residentes a visitantes ocasionales. Algunas de las actividades más
relevantes son agricultura de temporal, ganadería extensiva, explotación forestal
desordenada, cacería y excursionismo.
Determinación de la dieta. La alimentación del gato montés se determinó
mediante el análisis de excretas, identificadas por sus características de forma,
tamaño, color, olor y huellas asociadas (Aranda 2000, Rezendes 1999). Las
muestras se lavaron con agua corriente y sus componentes fueron separados
manualmente. Para la identificación de los restos se contó con una colección de
referencia de pelos, preparaciones de la cutícula de los pelos, pieles, cráneos y
algunos esqueletos de los mamíferos de las áreas de estudio. Los restos de aves
y reptiles se cotejaron con ejemplares de colecciones científicas del Instituto de
Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Para cada especie presa se estimó su biomasa relativa, como el porcentaje de
la estimación de la biomasa total consumida por el gato montés. Para su cálculo,
primero se estimó el número mínimo de individuos consumidos de cada especie
considerando estructuras pareadas, como los dientes incisivos. Se determinó una
biomasa promedio para cada una, mismo que se multiplicó por el número de
individuos (Delibes 1980); lo anterior se hizo así para las especies cuya biomasa
promedio no excedió de 1,700 g. Dado que la capacidad estomacal del gato
montés es limitada y fluctúa alrededor de 2,000 g (Lee Rue 1981), para todas las
especies con un peso promedio superior se consideró una biomasa consumida de
1,700 g por cada aparición (Brand et al. 1976).
El análisis de la alimentación se hizo considerando seis grandes grupos de
presas: lagomorfos, roedores, otros mamíferos, mamíferos domésticos, aves y
reptiles. Considerando estos grupos, se calculó el Indice de Renkonen como una
medida del grado de similitud en el consumo de presas, entre las dos localidades.
En cada localidad, la importancia de cada grupo de presas es estandarizada como
porcentaje; los valores de este índice van de 0 (ninguna similitud) a 100 (total
similitud) (Krebs 1989).
El ciclo anual se dividió en dos estaciones: seca y húmeda. Las variaciones en
la composición de la dieta entre ambas épocas, en cada localidad, se analizaron
mediante la prueba de G (Sokal & Rohlf 1981).
Considerando los cuatro grupos de presas propuestos por Maehr & Brady
(1986; lagomorfos, roedores, venados y aves), se tomaron los resultados de 14
estudios, reportados por dichos autores, para medir el grado de concordancia con
relación al orden de importancia de cada grupo de presas; para ésto, se calculó
el Coeficiente de Concordancia de Kendal (Zar 1996), mismo que ha sido utilizado
como un indicador del grado de especialización alimentaria en los carnívoros
(Kruuk 1986).
RESULTADOS
En El Plomito se colectaron 197 excretas en las que se identificaron 18 tipos de
presas. El número de taxa es mayor porque en varios casos la identificación de
las presas llegó solo a nivel de género o de grupo, como en el caso de las aves
y los reptiles. Considerando la biomasa estimada consumida, los mamíferos
constituyeron el 97.4%, los reptiles el 2.0% y las aves el 0.6% (Cuadro 1, Fig. 1).
Entre los mamíferos, los lagomorfos fueron el grupo con mayor biomasa
consumida (74.2%), seguido por los roedores (18.9%) y otros mamíferos (4.3%).
La especie presa más importante fue Sylvilagus audubonii (35.5%), seguida por
Lepus sp. (31.5%), Neotoma albigula (14.0 %), Odocoileus sp. (2.9%) y
Spermophilus variegatus (1.7%).
En El Ajusco se colectaron 922 excretas, en las que se identificaron 28 tipos de
presas. Los mamíferos constituyeron el 99.0% de la biomasa estimada, las aves
el 0.9% y los reptiles el 0.1% (Cuadro 1, Fig. 1). Entre los mamíferos, los
lagomorfos presentaron la mayor biomasa relativa (70.0%), seguidos por los
roedores (18.7%), otros mamíferos (6.0%) y mamíferos domésticos (4.3%). La
especie presa con mayor biomasa consumida fue Sylvilagus floridanus (41.6%),
seguida por Sylvilagus cunicularius (15.4%), Romerolagus diazi (12.3%),
Cratogeomys merriami (5.9%), Sciurus aureogaster (4.9%) y Neotoma mexicana
(3.6%).
Considerando la biomasa estimada para los seis grupos de presas, se obtuvo
un valor de 93.7 para el Porcentaje de Similitud de Renkonen. Tanto en El Plomito
(G = 35.9, g.l. = 8, P < 0.05) como en El Ajusco (G = 75.1, g.l. = 27, P < 0.05) se
encontró variación estacional en la dieta del gato montés. El Coeficiente de
Concordancia de Kendal presentó un valor de 0.82; el grupo de presas de más
importancia fue el de los lagomorfos, seguido por los roedores, las aves y los
venados (Fig. 2).
DISCUSIÓN
El número de presas que componen el espectro alimentario del gato montés en
ambas localidades es amplio, si bien fue mayor en El Ajusco (28) que en El
Plomito (18). Los valores obtenidos concuerdan con los resultados de otros
autores, en diferentes ambientes. En Estados Unidos se han reportado 28 presas
en Arkansas (Frittz & Sealander 1978), 18 en Utah y Nevada (Gashwiler et al.
1960), 15 en Arizona (Jones & Smith 1979) y 40 en Florida (Maehr & Brady 1986);
en México se han reportado 19 en Chihuahua (Delibes & Hiraldo 1987), 27 en el
Distrito Federal (Romero 1993) y 20 en Michoacán (Salas 1987). La amplitud del
espectro alimentario del gato montés puede ser un indicador de su carácter
oportunista, así como la variable disponibilidad de especies presa en diferentes
localidades y ambientes, lo cual concuerda con lo propuesto por McCord &
Cardoza (1982). Ser un depredador oportunista parece ser una característica de
los felinos en general, pues también se ha indicado para otras especies (Núñez
et al. 2000, Rabinowitz & Nottingham 1986).
En las dos localidades estudiadas la alimentación del gato montés está
constituida básicamente por mamíferos y esto también coincide con lo encontrado
por otros autores (McCord & Cardoza 1982); las aves y los reptiles, aunque son
capturados, siempre constituyeron una mínima proporción de la biomasa
consumida.
Considerando las diferentes presas en seis grupos, el Índice de Renkonen
indica que no hay diferencias significativas en la alimentación del gato montés en
las dos localidades (Fig. 1). Los lagomorfos y los roedores constituyeron los dos
grupos de mayor importancia, con porcentajes de biomasa consumida muy
cercanos. Esta concordancia se presentó, no obstante que entre estos dos grupos
solo se identificó una especie en común (Spermophilus variegatus).
Entre los lagomorfos, en ambas localidades las presas más importantes fueron
los conejos, Sylvilagus audubonii en El Plomito y Sylvilagus floridanus en El Ajusco.
Entre los roedores, en El Plomito la rata Neotoma albigula fue la presa más
importante, mientras que en El Ajusco lo fueron una tuza (Cratogeomys merriami)
y una ardilla arborícola (Sciurus aureogaster). La importancia de las ratas del
género Neotoma concuerda con los resultados de Chihuahua y Arizona (Delibes
& Hiraldo 1987, Jones & Smith 1979), ambas localidades con vegetación de
matorral árido. La importancia de la tuza y la ardilla concuerda con los resultados
de Michoacán y Arkansas (Frittz & Sealander 1978), ambas localidades con
vegetación de bosques de coníferas.
Se observó una diferencia importante entre ambas localidades en el consumo
de mamíferos domésticos. Mientras que en El Ajusco constituyeron el 4.3% de
biomasa consumida estimada, en El Plomito no se registraron en la muestra analizada. Desde luego esta diferencia muestra las variaciones locales, pero
también indica el carácter oportunista del gato montés. Bailey (1972, citado en
Frittz & Sealander 1978) llegó a la conclusión de que el gato montés rara vez caza
animales domésticos si las presas naturales son abundantes. Respecto al
consumo de mamíferos domésticos, destacan los registros de restos de vaca y
caballo, porque muy probablemente se trató del consumo de carroña. Este hábito
no es común en el gato montés, pero si ha sido reportado por varios autores
(Gashwiler et al. 1960, Saunders 1963).
Otra diferencia apreciable entre ambas localidades fue el consumo de venados
(2.9% de la biomasa estimada en El Plomito y 0.5% en El Ajusco). El consumo de
venados ha sido reportado por diversos autores, pero nunca como la especie
presa más importante para el gato montés (Gashwiler et al. 1960, Pollack 1951).
La diferencia entre las dos localidades probablemente refleja la abundancia local
de venados. No habría que descartar la posibilidad de que el mayor consumo en
El Plomito se deba a una mayor disponibilidad en forma de carroña, pues se trata
de un predio cinegético.
En ambas localidades se encontró que la alimentación varía entre las épocas
seca y húmeda. Esta variación fue debida al consumo diferencial de las diferentes
especies presa, si bien no se modifica el orden de importancia de los grupos. Por
ejemplo, en El Plomito varias especies de roedores fueron más consumidas en la
época húmeda, como Neotoma albigula y Spermophilus variegatus; en El Ajusco el
venado solo fue consumido en la época húmeda. Estas diferencias posiblemente
también indican el carácter oportunista del gato montés y las variaciones en la
disponibilidad de las presas.
Los resultados obtenidos en las dos localidades estudiadas coinciden respecto
a la relevancia de los lagomorfos en la alimentación del gato montés. Kitchener
(1991) indica que el gato montés, comparado con las otras especies de linces, es
menos dependiente de los lagomorfos, pero los resultados obtenidos en este
estudio no apoyan lo anterior. En todo caso, concuerdan con la propuesta de
Kurten (1966, citado en Kitchener 1991) en el sentido de que los linces
evolucionaron como especialistas en la caza de lagomorfos. Lo anterior también
es apoyado por el valor del Coeficiente de Kendal, pues 0.82 indica un animal
especialista. Por ejemplo, para una especie con un espectro alimentario muy
amplio, como el zorro rojo (Vulpes vulpes), se obtuvo un valor de 0.44 (Macdonald
1977 citado en Kruuk 1986).
Considerando las especies potencialmente presas del gato montés en una
localidad dada, el valor de cada una está relacionado básicamente con la biomasa
que aportan y no con el número de individuos que son consumidos (Golley et al.
1965, Smith 1980). Se ha propuesto que el gato montés necesita consumir
alrededor de 112 g de alimento/individuo/día (Golley et al. 1965); con un peso corporal que fluctúa entre 5 y 12 kg (Leopold 1959) los requerimientos
alimentarios, en cuanto a biomasa, pueden situarse en un intervalo entre 500 y
1,350 g/individuo/día.
El gato montés puede cubrir estos requerimientos de alimento con una variedad
de especies presa; por ejemplo un tlacuache (Didelphis spp), un coatí (Nasua
narica), una cría pequeña de venado, una liebre o un conejo. También
consumiendo entre tres y ocho ratas del género Neotoma, o entre 20 y 50 ratones,
dependiendo de la especie. Es posible que individuos solitarios puedan subsistir,
al menos temporalmente, con una base de presas constituida por pequeños
roedores. En términos de una población, las hembras reproductivas marcan una
diferencia fundamental pues de ellas depende el éxito reproductivo de la misma
(Bailey 1984, Young 1958). Conforme las crías se desarrollan, sus madres deben
cubrir los requerimientos energéticos de toda la familia; esto implica que cada
hembra deberá obtener hasta 100% más alimento por cada cría (Ackerman et al.
1986). Desde el punto de vista energético, parece poco probable que una
población de gato montés pueda mantener su reproducción a largo plazo sin una
base de presas constituida por especies del tamaño de los lagomorfos.
Referencia original: Marcelo ARANDA1 Octavio ROSAS2 , José De Jesús RÍOS3 y Nashieli GARCÍA1