domingo, 28 de junio de 2015

ANÁLISIS COMPARATIVO DE LA ALIMENTACIÓN DEL GATO MONTÉS (LYNX RUFUS) EN DOS DIFERENTES AMBIENTES DE MÉXICO

MATERIAL Y MÉTODOS

Áreas de estudio. El Plomito se localiza en el municipio de Pitiquito, Sonora, entre los 30o 12' y 30º 20' de Latitud Norte y los 112º 18' y 112º 20' de Longitud Oeste. Cubre una extensión de 10,375 ha dentro de la Provincia Fisiográfica “Llanura Sonorense”, con un intervalo altitudinal que va de los 300 a 1,030 m. El sitio incluye partes bajas con lomeríos y una zona abrupta conocida como “Sierra del Viejo”. El clima es muy seco y las comunidades vegetales más características son el matorral micrófilo sarcocaule y el matorral desértico micrófilo (García 1988, Hernández 1998). El predio es de propiedad particular y está dedicado al manejo de fauna cinegética, no existiendo animales domésticos en él. La región El Ajusco se localiza al sur y suroeste de la ciudad de México, en los límites del Distrito Federal con los estados de México y Morelos (19º 00' y 19º 19' de Latitud Norte; 98º 57' y 99º 25' de Longitud Oeste). El área de estudio tiene una extensión de 83, 335 ha y un intervalo altitudinal entre 3,000 y 3,950 m. Es una región montañosa de origen volcánico, constituida por cuatro formaciones geológicas (Schlaepfer 1968). El clima es templado subhúmedo (García 1988) y las comunidades vegetales más características son los bosques de pinos, oyamel, mixtos y los pastizales amacollados (Madrigal 1967, Nieto de Pascual 1987, Velázquez 1993). En la región hay mucha presencia humana, que va desde pobladores residentes a visitantes ocasionales. Algunas de las actividades más relevantes son agricultura de temporal, ganadería extensiva, explotación forestal desordenada, cacería y excursionismo.

Determinación de la dieta. La alimentación del gato montés se determinó mediante el análisis de excretas, identificadas por sus características de forma, tamaño, color, olor y huellas asociadas (Aranda 2000, Rezendes 1999). Las muestras se lavaron con agua corriente y sus componentes fueron separados manualmente. Para la identificación de los restos se contó con una colección de referencia de pelos, preparaciones de la cutícula de los pelos, pieles, cráneos y algunos esqueletos de los mamíferos de las áreas de estudio. Los restos de aves y reptiles se cotejaron con ejemplares de colecciones científicas del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Para cada especie presa se estimó su biomasa relativa, como el porcentaje de la estimación de la biomasa total consumida por el gato montés. Para su cálculo, primero se estimó el número mínimo de individuos consumidos de cada especie considerando estructuras pareadas, como los dientes incisivos. Se determinó una biomasa promedio para cada una, mismo que se multiplicó por el número de individuos (Delibes 1980); lo anterior se hizo así para las especies cuya biomasa promedio no excedió de 1,700 g. Dado que la capacidad estomacal del gato montés es limitada y fluctúa alrededor de 2,000 g (Lee Rue 1981), para todas las especies con un peso promedio superior se consideró una biomasa consumida de 1,700 g por cada aparición (Brand et al. 1976). El análisis de la alimentación se hizo considerando seis grandes grupos de presas: lagomorfos, roedores, otros mamíferos, mamíferos domésticos, aves y reptiles. Considerando estos grupos, se calculó el Indice de Renkonen como una medida del grado de similitud en el consumo de presas, entre las dos localidades. En cada localidad, la importancia de cada grupo de presas es estandarizada como porcentaje; los valores de este índice van de 0 (ninguna similitud) a 100 (total similitud) (Krebs 1989).

El ciclo anual se dividió en dos estaciones: seca y húmeda. Las variaciones en la composición de la dieta entre ambas épocas, en cada localidad, se analizaron mediante la prueba de G (Sokal & Rohlf 1981). Considerando los cuatro grupos de presas propuestos por Maehr & Brady (1986; lagomorfos, roedores, venados y aves), se tomaron los resultados de 14 estudios, reportados por dichos autores, para medir el grado de concordancia con relación al orden de importancia de cada grupo de presas; para ésto, se calculó el Coeficiente de Concordancia de Kendal (Zar 1996), mismo que ha sido utilizado como un indicador del grado de especialización alimentaria en los carnívoros (Kruuk 1986).

RESULTADOS

En El Plomito se colectaron 197 excretas en las que se identificaron 18 tipos de presas. El número de taxa es mayor porque en varios casos la identificación de las presas llegó solo a nivel de género o de grupo, como en el caso de las aves y los reptiles. Considerando la biomasa estimada consumida, los mamíferos constituyeron el 97.4%, los reptiles el 2.0% y las aves el 0.6% (Cuadro 1, Fig. 1). Entre los mamíferos, los lagomorfos fueron el grupo con mayor biomasa consumida (74.2%), seguido por los roedores (18.9%) y otros mamíferos (4.3%). La especie presa más importante fue Sylvilagus audubonii (35.5%), seguida por Lepus sp. (31.5%), Neotoma albigula (14.0 %), Odocoileus sp. (2.9%) y Spermophilus variegatus (1.7%). En El Ajusco se colectaron 922 excretas, en las que se identificaron 28 tipos de presas. Los mamíferos constituyeron el 99.0% de la biomasa estimada, las aves el 0.9% y los reptiles el 0.1% (Cuadro 1, Fig. 1). Entre los mamíferos, los lagomorfos presentaron la mayor biomasa relativa (70.0%), seguidos por los roedores (18.7%), otros mamíferos (6.0%) y mamíferos domésticos (4.3%). La especie presa con mayor biomasa consumida fue Sylvilagus floridanus (41.6%), seguida por Sylvilagus cunicularius (15.4%), Romerolagus diazi (12.3%), Cratogeomys merriami (5.9%), Sciurus aureogaster (4.9%) y Neotoma mexicana (3.6%). Considerando la biomasa estimada para los seis grupos de presas, se obtuvo un valor de 93.7 para el Porcentaje de Similitud de Renkonen. Tanto en El Plomito (G = 35.9, g.l. = 8, P < 0.05) como en El Ajusco (G = 75.1, g.l. = 27, P < 0.05) se encontró variación estacional en la dieta del gato montés. El Coeficiente de Concordancia de Kendal presentó un valor de 0.82; el grupo de presas de más importancia fue el de los lagomorfos, seguido por los roedores, las aves y los venados (Fig. 2).




DISCUSIÓN

El número de presas que componen el espectro alimentario del gato montés en ambas localidades es amplio, si bien fue mayor en El Ajusco (28) que en El Plomito (18). Los valores obtenidos concuerdan con los resultados de otros autores, en diferentes ambientes. En Estados Unidos se han reportado 28 presas en Arkansas (Frittz & Sealander 1978), 18 en Utah y Nevada (Gashwiler et al. 1960), 15 en Arizona (Jones & Smith 1979) y 40 en Florida (Maehr & Brady 1986); en México se han reportado 19 en Chihuahua (Delibes & Hiraldo 1987), 27 en el Distrito Federal (Romero 1993) y 20 en Michoacán (Salas 1987). La amplitud del espectro alimentario del gato montés puede ser un indicador de su carácter oportunista, así como la variable disponibilidad de especies presa en diferentes localidades y ambientes, lo cual concuerda con lo propuesto por McCord & Cardoza (1982). Ser un depredador oportunista parece ser una característica de los felinos en general, pues también se ha indicado para otras especies (Núñez et al. 2000, Rabinowitz & Nottingham 1986). En las dos localidades estudiadas la alimentación del gato montés está constituida básicamente por mamíferos y esto también coincide con lo encontrado por otros autores (McCord & Cardoza 1982); las aves y los reptiles, aunque son capturados, siempre constituyeron una mínima proporción de la biomasa consumida. Considerando las diferentes presas en seis grupos, el Índice de Renkonen indica que no hay diferencias significativas en la alimentación del gato montés en las dos localidades (Fig. 1). Los lagomorfos y los roedores constituyeron los dos grupos de mayor importancia, con porcentajes de biomasa consumida muy cercanos. Esta concordancia se presentó, no obstante que entre estos dos grupos solo se identificó una especie en común (Spermophilus variegatus). Entre los lagomorfos, en ambas localidades las presas más importantes fueron los conejos, Sylvilagus audubonii en El Plomito y Sylvilagus floridanus en El Ajusco. Entre los roedores, en El Plomito la rata Neotoma albigula fue la presa más importante, mientras que en El Ajusco lo fueron una tuza (Cratogeomys merriami) y una ardilla arborícola (Sciurus aureogaster). La importancia de las ratas del género Neotoma concuerda con los resultados de Chihuahua y Arizona (Delibes & Hiraldo 1987, Jones & Smith 1979), ambas localidades con vegetación de matorral árido. La importancia de la tuza y la ardilla concuerda con los resultados de Michoacán y Arkansas (Frittz & Sealander 1978), ambas localidades con vegetación de bosques de coníferas. Se observó una diferencia importante entre ambas localidades en el consumo de mamíferos domésticos. Mientras que en El Ajusco constituyeron el 4.3% de biomasa consumida estimada, en El Plomito no se registraron en la muestra analizada. Desde luego esta diferencia muestra las variaciones locales, pero también indica el carácter oportunista del gato montés. Bailey (1972, citado en Frittz & Sealander 1978) llegó a la conclusión de que el gato montés rara vez caza animales domésticos si las presas naturales son abundantes. Respecto al consumo de mamíferos domésticos, destacan los registros de restos de vaca y caballo, porque muy probablemente se trató del consumo de carroña. Este hábito no es común en el gato montés, pero si ha sido reportado por varios autores (Gashwiler et al. 1960, Saunders 1963). Otra diferencia apreciable entre ambas localidades fue el consumo de venados (2.9% de la biomasa estimada en El Plomito y 0.5% en El Ajusco). El consumo de venados ha sido reportado por diversos autores, pero nunca como la especie presa más importante para el gato montés (Gashwiler et al. 1960, Pollack 1951). La diferencia entre las dos localidades probablemente refleja la abundancia local de venados. No habría que descartar la posibilidad de que el mayor consumo en El Plomito se deba a una mayor disponibilidad en forma de carroña, pues se trata de un predio cinegético. En ambas localidades se encontró que la alimentación varía entre las épocas seca y húmeda. Esta variación fue debida al consumo diferencial de las diferentes especies presa, si bien no se modifica el orden de importancia de los grupos. Por ejemplo, en El Plomito varias especies de roedores fueron más consumidas en la época húmeda, como Neotoma albigula y Spermophilus variegatus; en El Ajusco el venado solo fue consumido en la época húmeda. Estas diferencias posiblemente también indican el carácter oportunista del gato montés y las variaciones en la disponibilidad de las presas. Los resultados obtenidos en las dos localidades estudiadas coinciden respecto a la relevancia de los lagomorfos en la alimentación del gato montés. Kitchener (1991) indica que el gato montés, comparado con las otras especies de linces, es menos dependiente de los lagomorfos, pero los resultados obtenidos en este estudio no apoyan lo anterior. En todo caso, concuerdan con la propuesta de Kurten (1966, citado en Kitchener 1991) en el sentido de que los linces evolucionaron como especialistas en la caza de lagomorfos. Lo anterior también es apoyado por el valor del Coeficiente de Kendal, pues 0.82 indica un animal especialista. Por ejemplo, para una especie con un espectro alimentario muy amplio, como el zorro rojo (Vulpes vulpes), se obtuvo un valor de 0.44 (Macdonald 1977 citado en Kruuk 1986). Considerando las especies potencialmente presas del gato montés en una localidad dada, el valor de cada una está relacionado básicamente con la biomasa que aportan y no con el número de individuos que son consumidos (Golley et al. 1965, Smith 1980). Se ha propuesto que el gato montés necesita consumir alrededor de 112 g de alimento/individuo/día (Golley et al. 1965); con un peso corporal que fluctúa entre 5 y 12 kg (Leopold 1959) los requerimientos alimentarios, en cuanto a biomasa, pueden situarse en un intervalo entre 500 y 1,350 g/individuo/día. El gato montés puede cubrir estos requerimientos de alimento con una variedad de especies presa; por ejemplo un tlacuache (Didelphis spp), un coatí (Nasua narica), una cría pequeña de venado, una liebre o un conejo. También consumiendo entre tres y ocho ratas del género Neotoma, o entre 20 y 50 ratones, dependiendo de la especie. Es posible que individuos solitarios puedan subsistir, al menos temporalmente, con una base de presas constituida por pequeños roedores. En términos de una población, las hembras reproductivas marcan una diferencia fundamental pues de ellas depende el éxito reproductivo de la misma (Bailey 1984, Young 1958). Conforme las crías se desarrollan, sus madres deben cubrir los requerimientos energéticos de toda la familia; esto implica que cada hembra deberá obtener hasta 100% más alimento por cada cría (Ackerman et al. 1986). Desde el punto de vista energético, parece poco probable que una población de gato montés pueda mantener su reproducción a largo plazo sin una base de presas constituida por especies del tamaño de los lagomorfos.

Referencia original: Marcelo ARANDA1 Octavio ROSAS2 , José De Jesús RÍOS3 y Nashieli GARCÍA1

Gato Montes Cazador Solitario




sábado, 27 de junio de 2015

la reproduccion del gato montes


Se han reportado crías de estos felinos durante todo el año pero, en México, es en el verano cuando se tiene noticias del mayor número de camadas, conformadas desde uno hasta cinco cachorros. Las crías viven con su progenitora hasta alcanzar un año de edad; pasado este periodo los cachorros son expulsados por su madre de su territorio y empiezan una vida errante que, en el caso de los machos jóvenes, se convierte en una prueba difícil, pues para establecerse en un área y crear su radio de acción es necesario que desplacen a otro macho adulto. Son muy variables las necesidades de espacio (ámbito hogareño) que requiere el gato montés para sobrevivir. Los estudios efectuados difieren en los valores reportados que van desde 200 hasta más de 30 mil hectáreas, dependiendo de la disponibilidad de hábitat, presas y otros factores. En el estudio que llevamos a cabo en Tamaulipas encontramos tamaños de ámbito de hogar de mil a 2 mil hectáreas en promedio.  Entre los seis tipos de felinos que habitan en México —jaguar, jaguarundi, ocelote, margay, puma y gato montés— a este último se le considera el menos amenazado. Todavía es posible cazarlo con un permiso especial y aunque en algún tiempo su piel tuvo valor comercial, debido a las condiciones climáticas de nuestro país, no resulta del todo apropiada para la peletería. En realidad ocurre que se le caza en cuanto se le descubre, en la creencia errónea de que representa una amenaza para los animales domésticos. Sin embargo, los daños que este felino pudiera causar al ganado son muy esporádicos.



domingo, 14 de junio de 2015

fauna de mexico

CARACTERÍSTICAS DEL GATO MONTÉS

El gato montés o lince(Lynx rufus) es un felino de mediano tamaño que pesa entre 5 y 12 kg. La coloración de la parte superior de su cuerpo puede variar de un color grisáceo a un café rojizo, y en la mayoría de los casos posee manchas en forma de tostones. El vientre y sus partes inferiores son siempre de un color más claro que el resto del cuerpo. En Florida, Estados Unidos, se han encontrado individuos melanísticos, es decir, que son totalmente de color negro. Las características que definen a los integrantes de este género son: su corta cola, de aproximadamente 15 cm de largo, y la extensión de pelo a manera de pincel en la parte superior de sus orejas. Al parecer, esto último les sirve para captar con mayor precisión dónde se encuentran sus presas. A diferencia de otros felinos silvestres, es común observar a estos gatos sentados al lado de algún camino o vereda durante largo tiempo, para tratar de localizar posibles presas por medio de su agudo sentido auditivo

El gato montés: felino de las zonas áridas de México (Lyxn rufus)

                                                      


El gato montés es el felino más estudiado en América del Norte y sus hábitos alimentarios han sido ampliamente documentados, principalmente en los Estados Unidos (McCord & Cardoza 1982). Sin embargo, en México, donde este felino encuentra el límite sur de su distribución, ha sido pobremente estudiado. En relación con su alimentación, solo se cuenta con los estudios de Delibes e Hiraldo (1987) en el Desierto Chihuahuense, de Salas (1987) en bosques templados del estado de Michoacán, y de Romero (1993) quien trabajó en el Volcán Pelado, al sur de la Cuenca de México.

La cantidad y calidad de la alimentación influye en forma importante en la adecuación de los depredadores. La selección natural ha dado forma a las estrategias de cada especie, enmarcadas en un amplio espectro de limitaciones ecológicas que varían geográficamente (Sunquist & Sunquist 1989). Entre las familias que constituyen el orden Carnivora, los felinos son los más especializados para la caza y prácticamente todas sus características morfológicas y conductuales se encuentran al servicio de la detección y captura de las presas (Kitchener 1991). De las 36 especies de felinos actuales (Wozencraft 1993) cuatro de ellas son linces. El gato montés (Lynx rufus) es el lince de menor tamaño y el único que aún se encuentra en la mayor parte de su distribución histórica (Miller
1992). Kurten (1968 citado en Kitchener 1991) ha propuesto que el grupo de los linces evolucionó como especialista en la caza de lagomorfos. No obstante, la importancia de este grupo de mamíferos en la dieta del gato montés es un aspecto polémico; para unos autores se trata de un depredador oportunista que cazará cualquier presa disponible sin una selección clara (McCord & Cardoza 1982), mientras que para otros sí existe una selección positiva hacia los lagomorfos (Bailey 1974, Jones & Smith 1979). En el presente estudio se comparan los hábitos alimentarios del gato montés en dos localidades con ambientes contrastantes, con el objetivo principal de determinar si los resultados apoyan alguna de las posiciones anteriores.

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